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un modo preponderante, junto con la metrópoli, en la colonización de las costas del
Mediterráneo, del Proponto y del Ponto. A falta de otras tradiciones históricas, el
extraordinario número de colonias fundadas por la sola ciudad de Mileto es
testimonio de la fuerza expansiva, el espíritu de empresa y la vida palpitante que
dominaron en aquella época en las ciudades griegas del Asia Menor.
Pronta vivacidad, libre perspicacia e iniciativa personal son las características
predominantes en el nuevo tipo humano que allí nació. Con el cambio de las formas
de existencia debió de nacer también un nuevo espíritu. La ampliación de los
horizontes y el sentimiento de la propia energía abrió el camino a una multitud de
osadas ideas. El espíritu de crítica independiente que hallamos en la poesía individual
de Arquíloco y en la filosofía milesia, debió de penetrar también en la vida pública.
No poseemos información alguna sobre las luchas interiores que debieron de tener
lugar allí como en cualquier otro lugar del mundo griego. Pero la serie de testimonios
que ensalzan la justicia como fundamento de la sociedad humana, se extiende en la
literatura jonia, desde los tiempos primitivos de la epopeya a través de Arquíloco y
Anaximandro, hasta Heráclito. Esta alta estimación del derecho por los poetas y los
filósofos no precede a la realidad tal como es posible pensarla. Es, por el contrario,
tan sólo el reflejo de la importancia fundamental que debieron de tener aquellos
estímulos en la vida pública de aquellos tiempos, es decir, desde el siglo VIII hasta
comienzos del siglo v. Desde Hesíodo, concuerda el coro de los poetas continentales.
Y entre todos resuena la voz de Solón de Atenas.
Toda manifestación del derecho estuvo, hasta entonces, de un modo indiscutible,
en manos de los nobles, que administraban justicia sin leyes escritas, de acuerdo con
la tradición. Pero la agudización (106) creciente de la oposición entre los nobles y los
ciudadanos libres, que debió de surgir como consecuencia del enriquecimiento de los
ciudadanos ajenos a la nobleza, condujo fácilmente al abuso político de la
magistratura y a la exigencia de leyes escritas por el pueblo. El reproche de Hesíodo
contra los caballeros venales que en su función de jueces conculcan el derecho, era el
antecedente necesario de esta demanda general. Mediante él, la palabra derecho, diké,
se convierte en el lema de la lucha de clases. La historia de la codificación del
derecho en las diversas ciudades se desarrolla a través de siglos y sabemos muy poco
acerca de ella. Pero aquí hallamos el principio que la inspiraba. El derecho escrito
equivalía al derecho igual para todos, altos y bajos. Ahora, como antes, pueden seguir
siendo jueces los nobles y no los hombres del pueblo. Pero en lo futuro se hallan
sujetos, en sus juicios, a las normas fijas de la diké.
Homero nos muestra el antiguo estado de cosas. Por lo general, designa el derecho
con otra palabra: themis. Zeus daba a los reyes de Homero "el cetro y themis". Themis
es el compendio de la alteza caballeresca de los primitivos reyes y señores nobles.
Etimológicamente significa "ley". Los caballeros de los tiempos patriarcales decían el
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derecho de acuerdo con la ley proveniente de Zeus, cuyas normas creaban libremente
según la tradición del derecho consuetudinario y su propio entender y saber. El
concepto de diké no es etimológicamente claro. Procede del lenguaje procesal y no es
menos antiguo que themis.92 Se decía de las partes contendientes que "dan y toman
diké". Se comprendía así en una misma palabra la decisión y el cumplimiento de la
pena. El culpable "da diké", lo cual equivale originariamente a indemnización o
compensación. El perjudicado, cuyo derecho restablece el juicio, "toma diké". El juez
"adjudica diké". La significación fundamental de diké equivale así aproximadamente
a dar a cada cual lo debido. Significa, al mismo tiempo, concretamente, el proceso, el
juicio y la pena. Sólo que en este caso, la significación intuitiva no es, como de
ordinario, la originaria, sino la derivada. El alto sentido que toma la palabra en la vida
de la polis posterior a los tiempos homéricos, no se desarrolla a partir de esta
significación exterior y más bien técnica, sino como el elemento normativo que se
halla en el fondo de aquellas antiguas fórmulas jurídicas conocidas de todos.
Significa que a cada cual es debido y que cada cual puede exigir y, por tanto, el
principio mismo que garantiza esta exigencia, en el cual es posible apoyarse cuando
hybris  cuya significación originaria corresponde a la acción contraria al derecho
(107) perjudica a alguien. Así como themis se refiere más bien a la autoridad del
derecho, a su legalidad y validez, diké significa el cumplimiento de la justicia. Así se [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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